Saturday, October 29, 2016


José Fernández.

¿A quién beneficia que se sepa que José Fernández estaba embriagado y usó cocaína antes de que sufriera el accidente que le costó la vida a él y a sus dos amigos la madrugada del domingo 25 de septiembre de este año?

Lo más seguro es que su nombre termine manchado, y la mancha no se va a ir por muchos años.

Quizás muchos se nieguen ahora a que retiren su número del equipo de los Marlins, centro de sus hazañas deportivas. Pero es en esa frase donde precisamente me quiero centrar. Sus hazañas deportivas.

José cometió un error, y tal vez hasta lo cometió varias veces. Pero era un ser humano, y como tal, los iba a seguir cometiendo toda su vida, de cualquier tipo. Esa equivocación en particular, el alcohol y las drogas recreacionales fue uno de esos errores.

La experiencia me ha enseñado que no se puede juzgar a una persona por sus errores, sino por el contexto de su vida.

¿Cuántas alegrías nos dio José en las Grandes Ligas? Con sus ponches, 579 en total… 253 solo en este año… con sus victorias, con sus batazos, que como pitcher dio algunos, con su entusiasmo y su sonrisa.

Eso es lo que no debemos olvidar ahora que se nos presenta este lado oscuro de su vida, tan oscuro que le costó la existencia. Y no debemos olvidarlo, porque ninguno de nosotros es perfecto, y al no serlo, no debemos criticar gratuitamente al que no podemos entender.

Que Dios sea el que juzgue a nuestra estrella, no los seres humanos en charlas de cafetín o de bar, seguramente también acicaladas hipócritamente de alcohol y quizás hasta de drogas.


Y que la organización de Grandes Ligas comience a exigirles un patrón de conducta a sus miembros, de modo que a futuro puedan evitarse casos como éste.

Gustavo Méndez